Señor Presidente de la República,

Don Ricardo Lagos Escobar,

Señor Presidende del Senado,

Don Andrés Zaldivar Larraín,

Señor Presidente de la Corte Suprema,

Don Mario Garrido Montt.

 

De nuestra consideración:

Hace 27 años, la prensa nacional se hizo eco de una falsa información propalada por la DINA con el apoyo de los servicios de inteligencia argentinos y brasileños, en el marco de la Operación Cóndor, en la cual se hacía referencia a supuestos enfrentamientos ocurridos en el extranjero, y cuya finalidad era encubrir los secuestros de nuestros familiares, amigos y compañeros.

Esta maniobra ("Colombo") de los servicios de inteligencia de la dictadura quedó rapidamente al descubierto por la valiente y decidida acción de denuncia realizada desde los campos de concentración y tambièn desde fuera de ellos, por hombres y mujeres honestos de nuestro país, que concitaron el apoyo de muchas instituciones de Derechos Humanos en Chile y el exterior. Dos gestos iniciaron esta lucha por la verdad y la justicia: la huelga de hambre de los presos polìticos en Puchuncavì, y la liturgia con que los familiares rompieron la censura y la manipulaciòn de los medios de comunicaciòn, en la Basilica de Lourdes, con el Obispo Enrique Alvear (q.e.p.d.) junto al Obispo Luterano Helmut Frenz y el P. Cristián Precht.

De seguro, para ustedes, no pasará desapercibida la conmoción y el dolor que dicha farsa publicitaria provocó en los familiares y en todos aquellos que los habían visto con vida en los recintos secretos de la Dina.

Desde entonces, hemos buscado incansablemente la verdad y la justicia, siempre con esperanza pero a la vez con nuevos golpes por la permanente denegación de justicia. El sobreseimiento por demencia de Pinochet, la parefernalia de su renuncia y el mantenimiento de un status de Presidente, son una afrenta al país entero. Estamos ante una nueva mentira urdida por "razones de Estado", que tuvo por objeto garantizar la impunidad y cuenta con idéntica complicidad de los grandes medios de comunicación. Ello revive en nosotros el dolor pero también la indignación al comprobar que las maniobras en favor de la impunidad no sólo no han terminado sino cuentan con el apoyo de las màs altas esferas del país.

Por la memoria de nuestros familiares, por respeto a la verdad y representando los sentimientos de nuestros compatriotas honestos que comparten nuestro asco y repudian estas maniobras, comunicamos a ustedes que con más fuerzas que antes, continuaremos nuestra lucha por verdad y justicia.

¡Cuando se cierran los caminos de la justicia, se abren los de la dignidad!

Familiares, Amigos y Compañeros de los miristas caídos en la lucha